domingo, 2 de enero de 2011

Electro-abs

Esta historia no sólo es verídica sino que es uno de los atentados contra mi vida (si, ha habido más) por la persona menos esperada: mi papá.

Una vez llegué a casa de mi papá cuando me presumió de su nueva adquisición: un aparato electrónico para hacer abdominales...

Mas o menos así se veían los electodos.
La idea de estos aparatos es mandar señales electrónicas para tensar los músculos del abdómen y así hacer "ejercicio". El problema es que el aparato de mi papá era bastante viejo, tenía electrodos antigüos y toda la cosa.

Como 8 electrodos diferentes conectados por cables a lo que parecía una máquina de toques me hicieron sospechar asi que le dije que no, que ni de chiste.

Entonces mi papá procedió a hacernos a mis hermanas y a mí una demostración del producto :)


Se puso los electrodos mientras nos explicaba:

"Mira, te pones uno aquí, otro acá, este va por acá y listo, ya estan conectados ¡mira no pasa nada! le subes a toda la potencia, le prendes y... "



Al principio nos quedamos asustados mis hermanas y yo porque no sabíamos que hacer (chance lo tocábamos y nos electrocutaba también a nosotros) y el aparato parecía muy complejo !!!tenía por lo menos 4 botones y dos perillas y ninguno decia que hacía!!! bajé las perillas a lo máximo y mi papá se calmó pero al parecer sólo era una pausa porque unos segundos después mi papá volvió a gritar por otra descarga "¡AaAayyy!, ¡apágalo!, ¡apágalo!" entonces desconecté el aparato.

Acto seguido, como es costumbre, mis hermanas se empezaron a reir casi hasta la orina y mi papá remató con un "¿ya ves? ¡no pasa nada!" y todos nos reímos aunque creo que mi papá lo decía en serio.

Editado: Por favor deja un comentario, Ana y yo los vamos a usar para saber cuál es la mejor historia de la familia (ya vienen las demás historias). ¡Gracias!

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