NO ES BUENO ESTAR SOLO 3/4

NO ES BUENO ESTAR SOLO 3/4
(Aportación papá de los RORE)

Toyito que en ese entonces tenía dos y medio meses, me sorprendió muy gratamente. Por la mañana que regresé de trabajar me dirijí al baño, como siempre, y encontré una rata muerta del doble del tamaño del toyito contando la cola del roedor. ¡Qué bárbaro! Ni sabía que tenía ratas, pero ahora con este cazador tendrían que salir a buscar otra casa dónde vivir de a gratis todas ellas. Ya que no se la había comido, Toyito recibió esa mañana todo un embase de carne para gato, leche, croquetas y muchas carias.

Sin duda Toyito no sólo me quiere mucho sino que es un amigo verdadero. Cuando voy al baño, se acerca y sube sobre mis piernas, sin importarle para nada los malos olores, sin hacer gestos o reclamos y allí se queda hasta que haya terminado. Simpre quiere estar cerca de mí, hasta he pensado si no es en realidad un perrito faldero pero no, estos no son tan fieles ni tan buenos amigos que soporten la artillería pesada y las bombas de gases.

Cuando me siento a comer, Toyito siempre me pide le de lo que estoy comiendo. Si no le hago caso, saca sus uñas y se baja de mis piernas haciendo de mi pantalón una falda hawaiana. Ya hasta inclusive me preguntaron el nombre de mi sastre, porque los vecinos quieren vivir a la última moda como yo ¿Patentaré los diseños de Toyito...?

La verdad es muy molesto Toyito cuando como, porque siempre quiere de mi comida. Me mira muy atento cuando le digo: ¡Tú no comes lo mismo que yo! ¿Porque no entiendes? Me agacho y le ofrezco un pedazo de papaya, de chile poblano e incluso de galleta de avena. Los olfatea y mientras se baja, agacha la cabeza y la voltea hacia un lado diciendo: ¡Fúchila! ¿A poco comes esto? ¡Guácala! Se retira un poco y mientras me ve, con los ojos me dice ¡Quítale las patas al muerto cuando te lo comas, amigo!