sábado, 26 de febrero de 2011

¡Igualdad de asientos para todos! (Parte 2)

Un día, algún tiempo después de lo sucedido en la Parte 1 de la serie, ocurrieron las fiestas de la ciudad (Durango, Dgo.).

Como parte de las fiestas de la ciudad, los organizadores, como ya es costumbre, hicieron diversos eventos culturales en la ciudad. Y este año en particular, invitaron al país de Uganda, en específico, al ballet folkórico de aquel país para realizar una presentación en el teatro Victoria.

Las razones de por qué invitaron a Uganda o por qué el ballet folkórico de aquel país, son un misterio al momento de esta redacción.

Mi mamá y Gaby llegaron tarde, como ya es costumbre (ver Parte 1), así que cuando llegaron, el evento ya había comenzado (las luces ya se habían apagado) y había pocos lugares disponibles. Mi mamá, con su visión infalible, vió un par de asientos al frente, en el palco principal del teatro, que estaban disponibles. Se acercó y preguntó a una señora que estaba en la misma fila si podían tomar los asientos.

A diferencia de la vez anterior, la señora las invitó a pasar al medio de la fila (aunque se puede debatir que la señora no era una organizadora del evento y por lo tanto, no sabía si los asientos estaban ocupados). De modo que mi mamá y Gaby se sentaron en el palco a disfrutar del evento. Momentos después se dieron cuenta que la señora que amablemente les ofreció los asientos era la esposa del Presidente Municipal, así que en esta ocasión tenían permiso de una autoridad(?).

Todo transcurrió sin incidentes hasta que casi al final del evento, los bailarines (danzantes) empiezan a hacer señas mas o menos hacia el lugar donde se encuentran Gaby y mi mamá...

Resulta que los bailarines querían terminar su presentación con el Primer Ministro de Uganda, que también se encontraba en el recinto, danzando con ellos... Y el asiento del Primer Ministro estaba, como de seguro ya se lo esperan, donde Gaby y mamá estaban viendo el espectáculo.

Después de que los bailarines explicaron con señas lo que querían hacer, los reflectores del teatro voltearon y rápidamente apuntaron hacia donde se encontraban mi hermana y mi mamá.

En ese instante, mi hermana tuvo un recuerdo de que algo parecido ya había sucedido antes y se dió cuenta de que en esta ocasión, al igual que la vez anterior, su atuendo no era lo más "chic" de su guardarropa. Sin embargo, a diferencia de la otra ocasión, mi hermana vió la solución: Una columna del teatro estaba cerca.

Y así sucedió, mientras mi mamá saludaba al auditorio, mi hermana se escondió detrás de la columna del teatro y así aparecen en las fotografías del periódico local.

El final de la historia se lo dejamos a la imaginación del lector   :-)

El Fin(?)

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¿Cuál es la moraleja de la historia? ¿Mi mamá siempre consigue los mejores lugares a dondequiera que va?
Déjanos un comentario en la sección de abajo

Mike

3 comentarios:

  1. jajajaja, saludos a los RoRe!! :D jejejeje está brutal la historia!! ;) un abrazo

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  2. Jejeje Muchas gracias Mariana, la verdad estas dos historias las escribimos Gaby y yo hablando por teléfono. Gaby contaba la historia y yo hacía las anotaciones XD

    Gaby te manda muchos saludos también. Bye

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  3. hhahhaha gabyyyy dejate llevar!!! fue tu segunda oportunidad de ser famosa hahahah

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