NO ES BUENO ESTAR SOLO 4/4
(Aportación papá de los RORE)
Hemos llegado a la última parte de la mini serie "NO ES BUENO ESTAR SOLO", nos encanta que nos escriban comentarios así que no olviden dejar su mensaje, saludos Atte Carolains
Con todo lo que les he contado de la famosa caja de arena, decidí darle acceso a Toyito a mi querido jardín de macetas en la azotehuela de la casa. Hay menos polvo en un patio encementado aunque haya muchas macetas. Las tenía llenas de flores y plantas verdes. Muy vistoso e inspirador de tranquilidad era mi jardín. A veces, siempre, cuando quiero hacer enojar o repelar al encimoso Toyito, a cada rato, le doy muchas vueltas de 365 grados y a gran velocidad sobre el suelo. Él se quiere incorporar borrachito, moviendo la cola como muestra de su enojo y cuando sus ojos bizcos con las pupilas en huso recobran la vertical, Toyito ataca mi pierna con afán de morderme pero el pantalón hawaiano aún me protege. Casi siempre juego con él hasta que ambos nos damos por satisfechos, pero en esta ocasión tuve que salir rápido porque me llamaron a trabajar en forma urgente. Toyito movía la cola con gran enojo, cuando cerré la puerta. Más tarde al regresar, Toyito vino a recibirme como siempre caminando como pantera y deteniéndose a mis pies para que lo levantara y lo acariciara. Lo hice así, pero cuando levante la vista para saludar al blacky y al lesmoustache, mis fieles perros guadia, quedé muy sorprendido: encontré muchas de mis plantas con las raíces al viento y las flores donde debían de ir las raíces, macetas rotas, tumbadas y los tallos de mis ajos que tanto cuidaba tirados en el suelo como si hicieran una camilla ¡Qué desolado estaba mi jardín! Una tromba negra de pelos y maullante, habían desquitado su coraje contra una de las cosas más queridas por mí en mi casa. Descubri que cada maceta era en realidad una caja de arena sin arena y que toyito era un panadero formidable, porque había hecho "Madalenas y piedras" que mostraban que sus intestinos trabajaban a la perfección. Sin embargo no dije nada. Comprendí que el gato no era culpable, ni yo. Estar solo no es bueno ni para el gato ni para mí, a pesar de tantos destrozos que hace Toyito, siempre lo voy a querer conmigo. Los humanos somos por definición parte de una sociedad, somos sociales, amigables y vivimos en la familia. Las mascotas, a pesar de todo, sólo forman una pequeña parte, aunque principal, de nuestra vida, pero la gente que nos rodea, nuestros hijos, sin duda alguna son lo más importante. Somos seres humanos con virtudes y defectos, pero somos familia. Si queremos y nos los proponemos, hasta las cosas más pequeñas que nos pasan en la vida diaria nos pueden hacer reflexionar y tomar acciones para bien nuestro y de nuestras familias. Siempre estamos aprendiendo.
Toyito tiene un lugar en mi corazón y las caricias de mis manos nunca se agotarán para él, pero he decidido estar a más tiempo con mis hijos, porque los necesito y me necesitan más que cualquier otra cosa. Quiero darles a ellos el cien por ciento de mi atención sin ninguna distracción. Cuando llegue el momento, que llegará seguramente, habrá conmigo y con nosotros alguien más con quien compartir a nuestra familia. Toyito me dio esta lección por la que estoy muy agradecido, pero ssshhh...¡No se lo digan! Porque se va a creer mucho y mis plantas serán las sufran.
Atte
Papá de los RORE
